sábado, 25 de mayo de 2013

Co-razones.

No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus caderas...

Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa
y esas maneras
y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.

Pero además lo he visto ser él mismo
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

Por eso, eso que me cuentas de que míralo
cómo bebe las cervezas
y cómo se revuelve sobre las baldosas
y qué fácil parece a veces enamorarse.

Todo eso de que él puede llegar a ser ese puto único motivo
de seguir viva y a la mierda con la autodestrucción...

Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor,
es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos
y me dijo su nombre.

Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio 
y que él aparezca de golpe
y de frente
para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.

No sabes lo que es despertarte y que él se retuerza y bostece,
luego te abrace,
y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.

Así que supondrás que yo soy la primera que entiende
la que pierdas la cabeza por el sentido de sus palabras
y las bragas por un mínimo roce de mejilla.

Que las suspicacias,
los disimulos cuando su culo pasa,
las incomodidades de orgullo que pueda provocarte
son algo con lo que ya te cuento.

Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.

Que yo también lo veo.
Que cuando él cruza por debajo del cielo
solo la tonta mira al cielo.

Que sé como agacha la cabeza, 
 la mirada y se muerde el labio superior.

Que conozco su voz en formato susurro
y en formato gemido
y en formato secreto.

Que me sé sus cicatrices
y el sitio que la tienes tocar en el este
de su pie izquierdo para conseguir que se ría,
y me sé lo de sus rodillas
y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.

Que yo también he memorizado su número de teléfono
pero también el número de sus escalones
y el número de veces que afina las cuerdas
antes de ahorcarse por bulerías.

Que no solo conozco su última pesadilla,
también las mil anteriores,
y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada,
porque tengo más deudas con su espalda
de las que nadie tendrá jamás con la luna 
(y mira que hay tontos enamorados en este mundo.)

Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente él,
rendido a ese puto milagro que supone que exista.

Que lo he visto volar por encima de poetas
que valían mucho más que estos dedos,
y lo he visto formar un charco de arena
rompiendo todos los relojes que le puso el camino,
y lo he visto hacerle competencia a
cualquier amanecer por la ventana: no me 
hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

Que lo de "mira sí, un polvo es un polvo",
y eso del tesoro pintado de rojo 
y solo los sueños pueden posarse sobre 
las cinco letras de su nombre.

Que te entiendo.
Que yo escribo sobre lo mismo.
Sobre él mismo.

Que razones tenemos todas.

Pero yo,
muchas más que vosotras.


sábado, 13 de abril de 2013

Te quiero.

He comprendido que los reyes no te miran las cosas malas que haces, ni las buenas tampoco. He comprendido que la gente mala no es tan mala y que la buena tampoco es tan buena. También he comprendido que las fiestas están para bailar, dejarte la voz y disfrutar de ellas. He comprendido que la vida está para vivirla y no amargarte. He comprendido que hay gente adorable y no tan adorable. He comprendido que no hay un calcetín para el pie izquierdo o el derecho. También he comprendido que los tacones por la madrugada están para llevarlos en la mano y que las medias se rompen muy fácilmente.

Por último y más importante, he comprendido que de 7 días de la semana, yo te quiero 8.



sábado, 10 de noviembre de 2012

Nunca es demasiado tarde para ser quien queremos ser.

He reído solo para hacer creer a la gente que soy feliz. He llorado hasta que se me agotasen las lágrimas, he perdonado lo imperdonable. He tenido , tengo y tendré a las mejores personas cerca. He querido como nadie lo hará jamás. He conseguido fuerzas donde no las había. He hecho reír a la gente con mil tonterías. He tenido el valor de construir un futuro que jamás se cumplirá. Me he comportado como una niña pequeña sólo para que vieran que todavía tengo algo inmaduro dentro de mi. He sido el pañuelo de lágrimas de aquellos que se han derrumbado. He llamado por teléfono solo para que se acordaran de que existo. Me he echo la sorda solo para no oír lo que no quería escuchar, y la ciega para no ver lo que dolía. He conocido al primer amor. He tenido en frente al desamor. He tenido el coraje de decir lo que pienso. Me he tragado mi orgullo para no perder a personas importantes. Me he guardado cientos de lágrimas para hacer creer que soy fuerte. He tenido momentos de locura solo para ver como la gente es feliz..


Y hoy, he sido capaz de levantarme, mirar al frente y seguir adelante.

sábado, 27 de octubre de 2012

Las personas, ahora, camuflan lo que sienten. Regalan sonrisas y marcan las miradas. Seleccionan los momentos con una fecha. Dejan las historias sin final. Olvidan lo que sienten antes de que les de tiempo a saberlo. Ahora se dice "te quiero" como quien dice "hola". Los besos se regalan, y los calentones a cualquier hora de la tarde son rutina. Si eso les llena, vale, pero eso no es para mí. Porque, cuando digo "te quiero", es porque te quiero, de verdad, sin contratos, sin papeles, sin interés, y con todas las consecuencias que conlleva hacerlo.


jueves, 26 de julio de 2012

Actúa.

Creo que hay que hablar menos y pensar más. Prometer menos y demostrar más. Mentir menos y sentir más.
Quejarse menos y actuar más. Que quien no busca no encuentra, que quien no lucha no gana, y quien no arriesga directamente ya está perdido.















martes, 24 de julio de 2012

Nada dura para siempre.

No te acostumbres a mi, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mis sonrisas en esos momentos, ni a mis enfados, ni a mis besos, ni a mi olor.
No te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mi cara cuando te ríes de mi, ni te acostumbres a mi rabia, ni a reírte de las cosas que digo.
No te acostumbres, en serio.
Porque algún día me cansaré, me iré y echarás de menos esas cosas a las que un día te acostumbraste. Y puede que para entonces ya sea demasiado tarde.


La verdad nunca es mala, la verdad pone las cosas en su sitio.



domingo, 1 de julio de 2012

Las cosas cambian.

Jugaste tanto conmigo y llegué a quererte tanto, que me cuesta creer que todo esto sea verdad. Solo me utilizaste para no estar sólo y yo estuve siempre junto a ti como una tonta.
Te dí tantas cosas y me quedé sin nada, al final resultó verdad todo a lo que un día le tuve miedo, tenía miedo a perderte, de que te alejaras de mi.
Decías que no, pero cambiaron tanto las cosas. Me siento como una estúpida desde aquel día, te lo dí todo y me quedé sola y con las manos vacías, dime que perdías junto a mi, porque te fuiste de mi lado si junto a mi volviste a sonreír.
¿Qué no podías vivir sin mi? Eso quedó en el aire, pasaste de ser todo en mi vida a no ser nadie. Ya no me importa lo que digas, me juraste tantas cosas que resultaron mentira.
Me utilizaste, te equivocaste conmigo, todavía no sé porque contigo me porté bien. Dijiste que era para siempre pero ya no estás hoy. Y pensar que hoy por ti me convertí en quien soy, encontraré a alguien que si me sepa valorar.
No sé si lo que siento es falso porque me enseñaste a amar, me juraste tantas verdades y yo creyéndote.

Si algún día quieres volver, yo ya no estaré esperándote.